Lineamiento político
Colombia llega a las elecciones de 2026 sumida en un clima político que combina polarización extrema, desconfianza hacia los partidos, crisis de liderazgo y un electorado que vota más por emociones que por programas de gobierno. La conversación pública está cargada de rabia, miedo y desinformación, mientras redes sociales amplifican discursos simplificados que reemplazan el análisis por la reacción inmediata.
Radiografía de la polarización política en colombia: un analisis de la vida cotidiana y la opinión pública (2025-2026)
Para comprender esta realidad, se realizó una investigación periodística basada en entrevistas a periodistas, concejales, politólogos, académicos, líderes juveniles y un candidato presidencial, así como la sistematización de sus discursos y una encuesta analítica. El objetivo: identificar ¿qué pesa más en el voto colombiano del 2026: los partidos, las ideologías o las emociones?
Este reportaje presenta el cruce de voces de expertos y ciudadanos con un análisis estructural que permite entender el momento político más complejo que ha enfrentado el país desde la firma de la Constitución de 1991.
1. Un país que vota desde la emoción más que desde el conocimiento.
1.1 La opinión pública desde los territorios.
Caballero reconoce que la disputa izquierda–derecha ha dejado de ser racional y se volvió emocional. Afirma que “en Colombia se vota por el que haga más ruido”, no por el que tenga mejores propuestas. Para él, los jóvenes sí muestran un voto más ideológicamente consciente, pero los adultos siguen eligiendo por liderazgos carismáticos o figuras mediáticas. Advierte además que si no
hay debates sólidos, el voto será aún más susceptible a la manipulación
digital.
Hernández reconoce que cada corriente política dejó aportes, pero el
país se estancó por la incapacidad de diálogo y los egos partidarios.
Subraya que la juventud es clave para renovar la política, aunque la
apatía y la desconfianza han frenado su participación. Para él, el
centro podría ser una alternativa, pero solo si logra construir
propuestas coherentes y sólidas.
Presenta una visión crítica: el país está “roto por dentro”, tanto en la
izquierda como en la derecha. Resalta que no hay un candidato fuerte
y que la fragmentación ideológica se profundiza. Apuesta por un gobierno de centro, más técnico, que pueda reconciliar al país.
Román plantea que los jóvenes son mayoría, pero también los más apolíticos: “creemos que nada sirve”. Considera que el centro merece una oportunidad, pero afirma que “Fajardo no es confiable”, enfatizando la necesidad de nuevos liderazgos para 2030.
2. Expertos y periodistas: un país cansado de extremos
2.1 La prensa regional como observadora del caos
Para Ordóñez, Colombia vive una “explosión desordenada” de candidatos, producto de la falta de confianza en los liderazgos tradicionales. La ciudadanía, dice, desconoce ideologías y programas; las elecciones están mediadas por redes donde prima la superficialidad. En Bucaramanga, su alerta es clara: la falta de información podría llevar a elegir candidatos improvisados.
"Colombia vota por lo que siente, no por lo que sabe "
Juan Carlos Ordóñez
Director noticias Caracol radio Bucaramanga
Castro apuesta por una lectura pragmática de la política. Sostiene que la izquierda impulsa políticas sociales y la derecha estabilidad económica, pero advierte que los extremos se alimentan del odio y no del diálogo. Considera que la lógica del péndulo continuará: Duque desgastó a la derecha, Petro a la izquierda, por lo que es probable un regreso al bloque contrario. Sin embargo, plantea que el centro debería ser la respuesta, si logra superar la etiqueta de “tibio”.
Su testimonio muestra preocupación por la seguridad y la corrupción. Sostiene que la izquierda como concepto es valiosa, pero que Petro “ha decepcionado profundamente”: generó división, incumplió promesas y dejó un país más inseguro. Afirma con contundencia que más de la mitad del país votará por la derecha en 2026. Identifica a Abelardo de la Espriella como figura en ascenso dentro de ese bloque.
Sofia Correa
Periodista de Caracol radio
2.2 Politólogos y académicos: crisis de sistema democrático
Latorre señala fallas estructurales en la democracia representativa. No hay candidato que represente todas sus banderas. Apuesta por perfiles académicos como Iván Cepeda, pero reconoce que no era el momento político por el desgaste de la izquierda. Destaca que figuras como Fajardo o Alejandro Gaviria tienen estructura, pero no generan movilización masiva.
Para Rueda, tener más de 100 candidatos muestra dos realidades: vitalidad democrática y caos. Afirma que la izquierda sí está organizada para retener el poder, mientras la oposición está dividida. Advierte que Bucaramanga podría elegir “al menos preparado”, por la combinación de apatía ciudadana y desinformación.
Luis Fernando Rueda vivas
Periodista - editorialista vanguardia
Maritza Palomino, profesora de comunicación Social de la UDI, Insiste en que la polarización es el principal riesgo para la participación democrática. Señala que Petro ha alimentado esa división y evita asumir responsabilidades. Considera que las elecciones llegan en un ambiente de agotamiento social e incertidumbre.
3. La visión del centro: un candidato que busca despolarizar
Sergio Fajardo Valderrama – Candidato presidencial 2026
Fajardo plantea que Colombia vive desde la rabia, el miedo y la desconfianza. Su campaña se propone unir y no dividir. Considera que los extremos transformaron la política en guerra de trincheras. Apuesta por empatía, reconocimiento y educación como pilares para reconstruir el tejido social.
Ejes del centro
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Gran Encuentro Nacional por la Educación.
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Actualización del plan decenal con IA, salud mental y formación híbrida.
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Políticas públicas basadas en evidencia.
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Respeto a todas las corrientes políticas.
Su tesis es clara: sin educación no hay un país que pueda superar la polarización.
Encuesta aplicada por estudiantes de Comunicación Social :
¿cómo vota realmente la gente?
La encuesta aplicada a 121 participantes entregó tendencias claras:
¿Qué pesa más en el voto?
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Ideología: 22,3%
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Candidatos: 14,9%
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Ambos: 30,6%
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En ninguno: 32,2%
¿Qué factores influyen más en su decisión de voto?
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Ideología política (izquierda, derecha o centro): 37,2%
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Partido político: 14,9%
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Propuesta del candidato: 63,6%
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Imagen o carisma del candidato: 17,4%
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Opinión familiar o social: 11,6%
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Redes sociales / Medios de comunicación: 11,6%
¿Con cual de las siguientes líneas políticas se siente mas identificado?
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Izquierda: 32,2%
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Derecha: 28,1%
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Centro: 22,3%
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Ninguno: 17,4%
Conclusión del sondeo:
Se llega a la conclusión de que Colombia vota por emociones más que por propuestas.
Conclusiones generales
El cruce entre las entrevistas realizadas y los resultados de la encuesta aplicada demuestra que la política colombiana rumbo al 2026 se juega en un terreno emocional más que ideológico. Aunque el 46% de los encuestados afirma que su voto se basa en la ideología, el 34% reconoce que vota por emociones, simpatías o afinidades personales, lo que coincide plenamente con la visión expresada por concejales, periodistas y politólogos consultados. Las emociones como: rabia, incertidumbre, miedo y esperanza, son hoy factores determinantes en la decisión electoral.
(Imagen tomada del medio de comunicación "larepublica.co") (OpenAI,2025) mineria de datos.
1. Los partidos perdieron su poder simbólico
Las entrevistas muestran que los ciudadanos ya no confían en los partidos tradicionales; la encuesta lo confirma: solo el 11% votaría por partido. Personajes como Caballero o Hernández evidencian esta crisis: reconocen que la identidad partidaria ya no comunica nada a la ciudadanía. La fuerza recae ahora en la narrativa, en la figura, en la emoción que un candidato logra despertar.
(Imagen tomada de: Barómetro de Las Américas por LAPOP) (OpenAI,2025) mineria de datos.
2. La polarización domina la conversación pública
El 88% de los encuestados considera que Colombia está polarizada. Esto respalda las declaraciones de periodistas como Sofía Correa, que describe una sociedad fracturada, y académicos como Maritza Palomino, quien alerta sobre el desgaste democrático. Las entrevistas muestran que la polarización no es solo ideológica, sino emocional: se vota “contra el otro” más que “por un proyecto”, una lectura que coincide con los datos.
3. No hay liderazgos sólidos ni consensos nacionales
La presencia de más de 100 precandidatos, interpretada por Ordóñez como un síntoma del caos, se refuerza con la percepción ciudadana recogida en la encuesta: la lucha contra la corrupción (59%) y la seguridad (23%) son prioridades que ninguna figura ha logrado encarnar. Los expertos consultados coinciden en que no existe un candidato capaz de aglutinar fuerzas diversas. La izquierda llega desgastada; la derecha llega fortalecida, pero sin figuras incuestionables; y el centro lucha por existir.
4. El centro intenta posicionarse, pero el clima emocional lo debilita
Aunque varios entrevistados, incluidos Gil y algunos jóvenes, consideran que el centro podría ser la alternativa más razonable, únicamente el 14% de los encuestados lo ve como fuerza dominante. La figura de Sergio Fajardo refleja perfectamente esa tensión: propone unión, educación, diálogo y evidencia, pero su mensaje compite con discursos más emocionales y polarizantes. Nuestro análisis como estudiantes muestra que las ideas del centro se alinean con lo que la academia propone para reconstruir el país, pero la política real se mueve hoy más por sensaciones que por argumentos.
(Imagen tomada de Invamer.S.T.) (OpenAI,2025) mineria de datos.
5. La derecha parte como favorita para 2026
La encuesta confirma lo que periodistas como Correa anticipan: el 57% de los encuestados considera que la derecha dominará las elecciones, frente a un 29% para la izquierda y un 14% para el centro. El desgaste de Petro, la inseguridad y la falta de resultados palpables fortalecen este escenario. Las percepciones recogidas en las entrevistas son consistentes con los datos: la derecha capitaliza la frustración y la necesidad de orden.
(Imagen tomada de Invamer.S.T.) (OpenAI,2025) mineria de datos.
(Imagen tomada de Invamer.S.T.) (OpenAI,2025) mineria de datos.
6. La juventud es decisiva, pero desconectada
Aunque los jóvenes representan el mayor potencial electoral, los testimonios como el de Santiago Román, muestran apatía, desconfianza y una sensación extendida de que “nada cambia”. El dato más preocupante del sondeo es que solo el 3% prioriza la educación, el eje central de cualquier transformación. Como estudiantes-investigadores, esto nos permite afirmar que existe una brecha crítica entre las necesidades estructurales del país y la forma en que la ciudadanía las percibe.
7. Colombia vota sin contrastar información
Los analistas consultados y los datos de la encuesta convergen en un punto: la gente vota más por emociones que por propuestas (34% vs. 9%). Personajes como Daniel Castro y Ordóñez señalan que las redes sociales, los algoritmos y la rapidez informativa moldean el pensamiento político más que los debates o los programas. Esta conclusión coincide con nuestra experiencia como estudiantes de comunicación: el ecosistema informativo actual favorece la reacción sobre la reflexión.
Colombia entra al ciclo electoral de 2026 con una democracia que respira, pero a un ritmo entrecortado. Las entrevistas evidencian un país agotado emocionalmente, desconfiado de sus partidos, escéptico frente a sus líderes y profundamente dividido en su manera de interpretar la realidad. La encuesta aplicada reafirma lo que cada fuente, desde su lugar, expresó: el voto colombiano ya no se construye desde la lectura crítica, sino desde la identidad, la emoción y la sensación inmediata de amenaza o esperanza.
Como estudiantes-investigadores, nuestra posición se sostiene en la necesidad urgente de reconstruir la conversación pública. No se trata solo de elegir un presidente, sino de recuperar un lenguaje político que permita pensar colectivamente. La educación, la información verificada, el debate plural y el análisis riguroso deben volver a ser herramientas de la ciudadanía, no reliquias académicas.
Las elecciones de 2026 serán, más que un ejercicio democrático, un espejo de la Colombia emocional que somos hoy: fragmentada, desconfiada, vulnerable a la manipulación digital, pero también consciente de que necesita un nuevo comienzo. Entre la rabia y la esperanza, entre la polarización y el deseo de reconciliación, se juega el futuro inmediato del país.
El reto está en si podremos elegir no solo desde lo que sentimos, sino desde lo que sabemos. Porque solo así la política podrá dejar de ser una trinchera para volver a ser un proyecto de nación.